Al hablar del cuidado del ambiente y de la actuación, el actor de Hollywood se refiere a ellas como sus dos pasiones paralelas.
Con la creación de un fondo millonario para salvar a la Amazonia, la producción de varios documentales sobre naturaleza y su colaboración con importantes ONGs ambientales, Leonardo DiCaprio es una de las estrellas más comprometidas con el cuidado del planeta.
Por más de 20 años se ha dedicado no solo a visibilizar temáticas relacionadas con el ambiente, sino también a ser un agente activo para salvar a nuestro planeta. Su cuenta de Instagram se usa exclusivamente para publicar contenido referido a temas de preservación de la ecología, y su fundación, Leonardo DiCaprio Foundation (LDF), se encarga principalmente de realizar donaciones para apoyar a ONGs y causas a favor de la Tierra.
Leo dedicó dos años de su vida a viajar alrededor del mundo para documentar el cambio climático y el daño que estamos causando a los frágiles ecosistemas de nuestro planeta. Ciudades como Beijing, ahogadas por contaminación industrial, antiguos bosque canadienses deforestados y hechos cenizas, campos de cultivo en India destruidos por inundaciones, larguísimas sequías en California y la rápida desaparición de glaciares en Groenlandia y en el Ártico, son algunos de los tristes eventos que Leo ha presenciado en vivo y en directo. La mayoría son cambios sin precedentes en la Tierra.
Leo afirma que siempre lo ha fascinado el mundo en el que vivimos, por lo que cuesta creer que se se destinen tan escasos fondos a preservar la naturaleza. Al referirse al cuidado del ambiente y a la actuación, el actor de Hollywood habla de ellas como sus dos pasiones paralelas. Ha logrado complementarlas utilizando su fama para darle más visibilidad a los problemas que ponen en riesgo a nuestro planeta y, de esa manera, conseguir fondos para ayudar a combatirlos.
En 1998, luego de ganar fama por “Titanic” y “Romeo y Julieta”, Leo fundó LDF. Desde entonces se ha encargado de visibilizar, asistir, conseguir donaciones, proteger y apoyar proyectos para salvar y cuidar ecosistemas y especies en peligro, así también como financiar proyectos ambientales vanguardistas y organizaciones innovadoras dedicadas a proteger el futuro de nuestra amada Tierra.
La mirada de su fundación es global, ya que su intención es velar por todos los habitantes de nuestro planeta: humanos, animales y ecosistemas enteros. Para lograrlo, LDF propone e implementa soluciones innovadoras. La protección de los océanos, los derechos de pueblos originarios y la lucha contra el cambio climático también son temas que defiende.
10 acciones de Leo DiCaprio para cuidar el planeta
Entre las hazañas más importantes de Leo por el cuidado del planeta y todos los que en él habitan, destacan:
1. Crear un fondo para salvar a la Amazonia, recaudando más de USD 5 millones.
2. Producir y participar en documentales como “Virunga”, “Before the Flood” y “And We Go Green”.
3. El uso de su perfil de Instagram como plataforma de difusión y visibilidad a favor de temas referidos a la conservación del medioambiente y especies en peligro.
4. Más de 20 años de trabajo para el planeta con Leonardo DiCaprio Foundation.
5. Ser Mensajero de la Paz de la ONU a partir de 2004, puesto que mantiene en la actualidad.
6. Ser miembro directivo de importantes organizaciones ambientales, como WWF (World Wildlife Fund), Natural Resources Defense Council, Ocean 5, etc.
7. Restaurar una isla en Belice para construir el primer hostel 100% ecofriendly, ejemplo para el mundo de que el turismo sostenible es posible (aunque todavía no se ha inaugurado).
8. Salvar una parte grande de la selva de Sumatra en la que habitan especies en peligro, como tigres, orangutanes y elefantes, y también tribus indígenas.
9. Lograr que se prohíba el comercio de marfil en Tailandia.
10. Idear un programa para salvar a la vaquita marina en México.
Montañas de ropa han invadido los desiertos de Alto Hospicio, en la región de Atacama. Según el medio France Press, de 59.000 toneladas anuales de ropa que llegan a la zona franca de Iquique, 39.000 son botadas como basura producto de la falta de estrategias de reutilización, rellenos sanitarios y fiscalización en el lugar.
Las imágenes que han circulado en internet, capturadas por el fotógrafo Martín Bernetti (AFP Photo), muestran la impactante realidad que están viviendo niños, niñas, inmigrantes, y habitantes del sector. El desierto de Atacama, que reúne a una flora y fauna única en el país, ha sido invadida por toneladas de fardos de ropa usada y prendas que han sobrado de temporadas pasadas del retail provenientes de Estados Unidos, Asia, y Europa.
La razón de fondo es que desde hace 40 años que Chile se ha posicionado como el primer país importador de ropa en América Latina. Esto gracias a que el puerto de Iquique se ha transformado en un punto estratégico de venta de fardos que son comercializados a los dueños de tiendas de ropa de segunda mano, quienes se ocupan de seleccionar las prendas y venderlas a lo largo de Chile como en el exterior (Perú, Bolivia, Paraguay).
Sin embargo, lo que no se vende se queda ahí. Esto, sumado a la falta de fiscalización y de vertederos en la zona, han sido los causantes del problema. Ya que los productos químicos que contiene la ropa hacen que pueda tardar hasta 200 años en biodegradarse, además de emanar gases tóxicos al aire y a las napas de aguas subterráneas, estos desechos no se aceptan en los vertederos municipales.
Todo esto ha puesto a la calidad de vida de la comuna aún más en riesgo (el 23% de la población de Alto Hospicio vive en condiciones de pobreza multidimensional). Es más, este fenómeno ha llevado a que algunos residentes con sus familias, o viajeros de la zona, busquen entre la ropa algo que les pueda servir a falta de vestimenta. Al respecto, la Municipalidad de Iquique contrató una serie de maquinarias para deshacerse más rápido de los desechos.
¿Qué es y cuál es el costo del fast fashion?
Es el término con el que se nombra a la producción industrial de moda, la cual se posiciona como la segunda industria más contaminante del planeta. Esto se refleja con que se ha llegado a renovar hasta 50 veces de temporada con nuevos productos en tan solo un año.
Las fábricas que producen las prendas, están ubicadas principalmente en países en vías de desarrollo como Bangladesh, donde las condiciones de trabajo son indignas, con infraestructuras deplorables, trabajos subcontratados, bajos salarios, y explotación infantil.
Futuro verde
Sin embargo, la urgencia de la crisis climática ha presionado a que las marcas avancen hacia métodos de producción más sustentables y conscientes con el medio ambiente, redefiniendo lo que ha sido hasta ahora la industria de la moda.
El reciclaje de telas o también llamado upcycling, sumado al uso de tecnologías y materias primas más verdes como el algodón orgánico y el lino, son algunas de las técnicas aplicadas tanto por las grandes casas de moda, diseñadores, emprendimientos, o incluso, el retail, con las campañas sustentables de Falabella, Ripley, y H&M.
En su firme objetivo por resultar una marca de moda plenamente ética, sostenible e inclusiva, la firma estadounidense Tommy Hilfiger acaba de presentar “Make it Possible”. Un ambicioso programa compuesto por un total de 24 nuevos compromisos éticos, dirigidos a acelerar su evolución hacia un nuevo modelo más circular e inclusivo. Meta que la compañía pretende completar de cara al año 2030, de la mano de un programa que a su vez se enmarca dentro de la estrategia “Fashion Forward” diseñada por la matriz de la firma, la multinacional PVH. Un plan en su caso impulsado con similares propósitos, encaminado a lograr reducir a cero el impacto negativo que genera con un modelo comercial del que forman parte, además de la propia Tommy Hilfiger, otras conocidas marcas de moda como Calvin Klein o Arrow.
“Abrí mi primera tienda, People’s Place, en 1969 en mi ciudad natal Elmira para que personas de todos los orígenes se unieran y compartieran emocionantes experiencias relacionadas con la cultura pop», explica el propio Tommy Hilfiger a través de un comunicado difundido por la propia firma de moda. “A medida que nuestra marca ha evolucionado con los años, impulsada por este espíritu inclusivo”, añade el popular diseñador estadounidense, “también lo ha hecho nuestro compromiso con la sostenibilidad social y ambiental”. “Con Make it Possible, iremos más allá con nuestro compromiso. Estamos trabajando para llegar a nuestra visión, con toda la compañía comprometida con ella y, aunque todavía no estemos allí, vamos a llegar”.
“En estos tiempos de crisis sanitaria, humana, medioambiental y económica”, destaca por su parte Martijn Hagman, CEO de Tommy Hilfiger Global y PVH Europa, “compartimos la responsabilidad de encontrar soluciones innovadoras que fomenten la inclusión y construyan un futuro más circular”. “Está en nuestro ADN impulsar el cambio”, añade, “incluso en los tiempos más difíciles, por eso estamos presentando nuestro ambicioso programa de sostenibilidad Make it Possible, que recoge 24 objetivos para 2030”. Gracias a ello, “Tommy Hilfiger tendrá así una década para conseguir un futuro más sostenible, que incluye procesos pioneros de tratamiento de denim de bajo impacto, grandes mejoras en el uso del agua y desarrollo de colecciones más inclusivas”. “Make it Possible es un programa en el que trabajaremos juntos para hacer una contribución significativa y duradera hacia una mejor industria de la moda”.
De la plena circularidad a un mejor uso de los recursos: 24 compromisos en materia de sostenibilidad, inclusión y diversidad
Siguiendo así con la labor que viene realizando durante estos últimos años, Tommy Hilfiger ha presentado un total de 24 nuevos compromisos en materia de sostenibilidad e inclusión. Objetivos sobre los que trabajará de manera continuada a lo largo de los próximos 10 años, y que a su vez engloba dentro de 4 áreas principales de trabajo.
Por un lado nos encontraremos así con “Circle Round”, epígrafe bajo el que ha dispuesto todos aquellos trabajos e iniciativas dirigidas a crear productos e impulsar una nueva industria de la moda plenamente circular. Objetivo sobre el que ya trabaja la firma, y para el que ha establecido una primera parada para el año 2025. Fecha en la que ha dispuesto poder contar, entre otras acciones, con el 100 por cien de celulosa sostenible, el impulsar un sistema de recogida y de reciclaje de prendas, o el que el 50 por ciento de sus piezas de tejido vaquero estén producidas con telas de menor impacto. Todo ello al tiempo que continúa lanzando la mercado nuevas prendas y diseños basados en nuevos materiales sostenibles y reciclados, así como en los principios de esa misma circularidad.
Frente a ello, en lo relativo a sus procesos de fabricación, nos encontraremos con el área “Made for Life”. En la que desde Tommy aglutinan todas las iniciativas encaminadas a producir de una forma más consciente y respetuosa con el medio ambiente. Una finalidad para la que se han comprometido a emplear un packaging sostenible y reciclable en toda su cadena de suministros, a verter aguas depuradas y sin rastros de productos químicos, a emplear electricidad 100 por cien renovable o a contar con unas oficinas, centros de distribución y tiendas generadoras de cero residuos y sin plásticos de un solo uso para el año 2030.
“Creemos que nada debe desperdiciarse”, explican desde el propio portal de transparencia creado por la firma para informar del avance sobre este conjunto de compromisos. “Nuestra industria necesita mejorar, y queremos ser parte de la solución. Así que estamos trabajando en una serie de innovaciones que significarán que nuestros materiales contarán con una fuente de origen reciclado o regeneradora, nuestros productos estarán diseñados para la circularidad y que contaremos con diferentes formas de volver a darles una vida útil a aquellos productos que han dejado de usarse, reciclando los materiales que se emplearon en su fabricación”. Mientras que “también brindaremos a los consumidores nuevas oportunidades para llevar nuestra ropa mediante otros medios que el tener que comprarla nueva”.
Más colecciones inclusivas y “genderless”
En cuanto a los avances sobre las materias de inclusión y diversidad, estos los encontremos como parte de las áreas de trabajo “Everyone Welcome” y “Opportunity for All”. En el caso de la primera, Tommy llevará a cabo todas las actuaciones necesarias para resultar una marca plenamente accesible, confeccionando para ello unas colecciones y generando unas experiencias capaces de atraer y acoger a toda clase de consumidores, independientemente de su edad, género, raza, orientación sexual o tipo de cuerpo, mediante iniciativas como las de continuar apostando por tallas inclusivas o por el lanzamiento de más prendas y más colecciones “genderless”.
Mientras tanto en el caso de “Opportunity for All”, en ella se comprenderán los trabajos cuyos esfuerzos se encaminan a apoyar, valorar y facilitar la inclusión dentro de un ambiente de trabajo sin barreras ni limitaciones, tanto en los propios centros de trabajo de Tommy Hilfiger como a lo largo de toda la cadena de suministros.
Esta serie de iniciativas, sobre las que Tommy Hilfiger vendrá trabajando de manera continuada a lo largo de estos próximos 10 años, vienen a sumarse a los esfuerzos que en idénticas materias de sostenibilidad e inclusión viene realizando la popular firma de moda norteamericana a lo largo de estos últimos años. Entre cuyos logros la propia compañía sitúa el lanzamiento de la colección “Tommy Hilfiger Adaptive”, diseñada para facilitar el proceso de vestirse a adultos y niños con discapacidades; el lanzamiento de “Tommy Hilfiger Fashion Frontier Challenge”, un programa dirigido a apoyar a start-ups que busquen promover una moda más inclusiva; el programa “People’s Place”, orientado a aumentar la visibilidad de las comunidades negra, indígena y de color en la industria de la moda; o el proceso de capacitación en circularidad que ha dado ya a más del 80 por ciento de sus diseñadores. A lo que habría que sumar su incorporación a iniciativas sostenibles internacionales como el “Fashion Pact”, en agosto de 2019, a la fundación Ellen MacArthur Make Fashion Circular y a las Jeans Redise Guidelines, o su colaboración con WWF para abordar la difícil cuestión del agua y de los vertidos dentro de la cadena de suministros.
Crear una marca de la nada siempre es arriesgado y si tenemos en cuenta el contexto social y económico en el que nos encontramos, el riesgo es todavía mayor. Sin embargo, al fotógrafo y creador de contenido Manuel Ordovás esto no le frenó. Aunque es importante matizar que a él, la idea de lanzar su proyecto personal ya hacía tiempo que le rondaba por la cabeza. “Llevaba casi dos años pensando que tenía que hacer algo aunque no tenía muy claro el qué. Quería empezar con una pequeña línea de camisetas”, pero como a todos, las obligaciones y el día a día retrasaban el lanzamiento. “Hasta que un día me dije: ‘de aquí no puede pasar’, y me puse a diseñar. Y lo que iban a ser solo dos camisetas, se convirtió en tres camisetas, cinco camisas y dos pantalones”, nos cuenta el fundador de Maour, la nueva firma de moda masculina que vio la luz hace apenas dos meses.
Tal como explica a FashionUnited, “tenía la idea desde antes de la pandemia y, de hecho, íbamos a lanzar la firma en abril”, pero la COVID-19 le obligó a retrasar los timings. “Todo el mundo me recomendaba esperar y sacarla en septiembre porque no tenía mucho sentido hacerlo en junio, a solo un mes del verano, pero preferí arriesgarme”, añade Ordovás. Y al final, su instinto no le falló porque la respuesta del público ha sido muy positiva. “Me he quedado muy sorprendido. Pensaba que iba a ser más complicado pero, después del confinamiento, la gente tenía ganas de comprar ropa para estrenar en la calle”, señala el director creativo de Maour. Sus prendas atemporales, effortless y para todo tipo de hombre y estilos ha gustando tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. “México, Ecuador, Miami, Suecia, Italia, Francia, Reino Unido… Es increíble cómo una web tan pequeñita, que solo lleva dos meses abierta, puede llegar a todo el mundo”.
Drop by drop, el éxito de la exclusividad y las prendas limitadas
Cómo habitual de las semanas de la moda masculina, Manuel ha podido asistir a algunos de los desfiles más prestigiosos a nivel internacional. En sus numerosos viajes, “como hombre y consumidor, veía propuestas fantásticas en pasarela, pero muy exageradas”. Creaciones o estilismos que “el hombre no era capaz de llevarlo, ni de ponérselo en su día a día”. Por esa razón, su objetivo siempre fue aportar su propia visión de la moda: casual, minimalista, pero sin dejar de lado la calidad. “Son piezas que las pueden llevar muchos tipos de hombre y que se adaptan a su estilo, según el rollo que le quieran dar”, admite.
A la clara estética de Maour, se le une su estrategia o filosofía de marca. Siguiendo la fórmula drop by drop que ya han seguido otras firmas de streetwear y de lujo, “sacamos prendas poco a poco, de manera continuada, en lugar de una colección de golpe”, sostiene su creador. Estos drops no son otra cosa que un sistema de venta que se ha popularizado en los últimos años por su exclusividad y caducidad, pero también porque propone una producción más controlada y responsable. “Nos adaptamos a lo que vamos viendo en cada momento. Son producciones más pequeñas —entre setenta y cien unidades por prenda— y, por tanto, más exclusivas. Compras lo que te gusta, lo que necesitas y ves que en mes y medio ya no está lo que compraste, pero hay novedades”. Una estrategia que para Ordovás es “más real y que te da una mayor capacidad de reacción. Además, es una manera de que la marca sea conocida, pero no que todos vayamos igual vestidos. Sabes que es exclusivo”.
Aunque actualmente cada prenda la confecciona en una ciudad diferente, entre España, Portugal, Italia y Asia, le encantaría en un futuro centralizar toda la producción en nuestro país. Sin embargo, admite que “a día de hoy, al ser una marca tan pequeña, es complicado”. No queríamos pasar la oportunidad de preguntarle sobre la sostenibilidad y nos responde con rotunda sinceridad: “Intento ser lo más sostenible posible, pero no me considero una marca eco 100%. Voy aprendiendo poco a poco en base a la práctica. Por ejemplo, la primera vez y sin yo saberlo, las camisetas llegaron envueltas en plástico. Ahora he pedido que no lo hagan”.
Las grandes marcas están implementando nuevas estrategias para sacar adelante a la industria, buscando formas alternas de presentar sus colecciones.
Un reciente estudio de McKinsey muestra que, de enero a la fecha, la industria de la moda y lujo cayó casi en un 40%. En línea con ello, Marta Coca, directora de la 080 Barcelona Fashion, advirtió en una entrevista que el coronavirus replanteará un cambio en la moda, en la forma de producir, de consumir y también, en las pasarelas. De hecho, Armani fue uno de los primeros en cancelar el desfile presencial que tenía en Milán para transmitirlo por streaming. Asimismo, la semana de la moda en Tokio se realizó virtualmente apoyándose en la tecnología y haciendo uso de la realidad aumentada.
De esta manera, vemos cómo las marcas van encontrando grandes oportunidades en medio de esta difícil coyuntura, para conectar con diferentes públicos y sacar adelante la industria. Del mismo modo, están apoyándose en la creatividad y la innovación para explorar nuevas estrategias e implementar alternativas que les permitan reinventar sus procesos y recuperar el diseño inteligente, los tejidos de alta calidad y la mano de obra artesanal.
Esta coyuntura ha generado, además, que cada vez más marcas miren con mucho mayor interés y atención la moda circular, la cual es una gran alternativa para que una de las industrias más contaminantes del mundo resurja. Así pues, según un artículo publicado por la Asociación Peruana de Técnicos Textiles (Aptt Perú), es factible reciclar o reutilizar cerca del 90% de las prendas, calzado y accesorios de moda que actualmente se tiran; sin embargo, solo el 15% se recicla o dona.
No obstante, es importante tomar en cuenta que la moda circular es mucho más que solo el reciclaje; es redefinir y repensar cómo fabricamos y utilizamos los diversos materiales, mirar con mayor detenimiento cada etapa de nuestros procesos, aumentar la durabilidad de los productos y reducir lo más posible los desperdicios. En ese sentido, diversos especialistas coinciden en que este contexto es una gran oportunidad para repensar la industria y construir un nuevo modelo de valor y crecimiento.
En suma, sobre este nuevo escenario, es importante pensar en un rediseño de la industria y en nuevas formas de conectar con los usuarios. Si bien la moda circular es una propuesta aceptada a nivel global, no debe ser solo una “moda”, sino que debe ser parte de la concepción de los productos y las marcas. En ese sentido, los profesionales necesitan comprender las fases de uso y fin del ciclo de vida de las prendas para adaptarse a los últimos avances en materia de sostenibilidad y asegurar que los materiales se utilicen al máximo y se minimice la necesidad de usar nuevos insumos.